Altas, bajas, listas, atractivas, jóvenes, simpáticas… todas las mujeres pueden conseguir, en menos que canta un gallo (ahí está lo maravilloso) un trabajo. Se acabaron los problemas profesionales, porque hace unos días en la Ciudad Condal nos dieron no solo la respuesta a nuestros dilemas laborales, sino también los consejos para que defendamos nuestros derechos laborales y de sindicación