El pasado 18 de mayo, en el Congreso, se debatió una proposición de ley trans que fue desestimada por la abstención del grupo socialista. La discusión, acerca de lo pertinente o no de la ley viene de lejos y ha generado cierta crispación sobre todo en los movimientos feministas que, fieles a sus principios, siguen convencidos de que no se puede cambiar el sexo registral por una mera declaración de sentimientos