¿Puede una madre matar a su hija y justificarlo? Aurora, un periodista que la entrevista en la cárcel y la propia Hildegart nos dan las pistas sobre su muerte y aún más, sobre nuestra propia historia.Una ficción basada en un hecho real.
Desde que investigué la historia para escribir el ensayo que publiqué bajo el título Mi querida hija Hildegart, no he dejado de sentirme atrapada por la historia.
En palabras de Almudena Grandes quien hizo el prólogo del ensayo:
Esta mujer gallega, inteligente, cultísima, genial y demente, escribió con su vida, sin embargo, una historia mucho más interesante que la del monstruo de ficción (…) Frankenstein (…) me fascina desde que la conocí, hace casi veinte años
De clase burguesa, moderna e independiente, madre soltera en unos convulsos años en España, Aurora dedicó su adolescencia a su sobrino el Mozart español Pepito Arriola hasta que le fue arrebatado por la madre, su propia hermana. Desde ese momento consagraría su vida a crear un ser propio en todos los sentidos de la palabra que sería el redentor de la humanidad.
En definitiva y como dijo Isabel Coixet:
Es una historia real con un trasfondo político y mítico casi inabordable que ningún novelista […] hubiera podido urdir mejor
Una historia que te atrapará como ha hecho con todos nosotros…déjate fascinar, tus valores acerca del bien y del mal se tambalearán por un instante…ábrete a una experiencia emocionante.
Ficha técnica
Director: Pep Molina
Ayudante dirección: Mónica López
Aurora: Teresa Vallicrosa
Hildegart: Miranda Gas
Esteban: Óscar Muñoz
Diseño iluminación: Mario Gas
Diseño vestuario: Myriam Ibáñez
Escenografía: Natalia Sánchez